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La historia del maniquí


Según se cuenta, desde el primer día en
que la novia de cera estuvo en la La Popular, todos se detenían a
mirarla y, aunque la dueña le dio el nombre de “Chonita” por su
aparición en el día de La Encarnación, el vulgo tenía más fuerza y, como
todos la llamaban “La Pascualita” por su parecido a la dueña del local,
fue ese el nombre que finalmente le quedó.
Si nos preguntamos ahora por qué La
Pascualita impresionaba tanto que se convirtió en un icono de la época y
se ganó el título de “la novia más bonita de Chihuahua”, la razón está
en que era distinta a los demás maniquís de la época: tenía un mejor
acabado en la cera, sus ojos eran de cristal, su pelo y sus pestañas
eran implantes de verdadero pelo y pestañas, y su expresión, a
diferencia de las de tantos maniquís de mirada inerte, era viva y
reflejaba emociones, cual si estuviese dotada de humanidad…
Bien, hasta aquí simplemente La
Pascualita llamaba la atención; pero, en algún momento de la década de
los sesenta (no se sabe si antes o después de 1967), empezaron a surgir
rumores de que la novia de cera estaba viva y era capaz de moverse de
noche cuando no había nadie en el local, o sonreír a algunas personas. Particularmente, los rumores se hicieron más frecuentes
cuando Pascualita Esparza Perales de Pérez falleció en 1967: entonces
aparecieron personas diciendo que La Pascualita les seguía con la
mirada, que su fantasma les seguía un tiempo si se quedaban viéndola
fijamente, o que por breves segundos le aparecían venitas rojas en los
ojos… Inclusive, se supo de algunas empleadas que trabajaban en La
Popular que renunciaron a su puesto porque vieron llorar o moverse a La
Pascualita, y de otras que se negaban a vestirla porque supuestamente le
aparecían venas verdosas en las piernas, que posteriormente
desaparecían al igual que las venitas rojas que más de uno vio en el
blanco de sus ojos.
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Teorías sobre qué causó que La Pascualita cobrara vida
Teorías sobre qué causó que La Pascualita cobrara vida
Estas teorías no son especulaciones
hechas en el internet: son historias-explicaciones que surgieron en la
tradición popular y aún perduran, y que deben su variedad al hecho de
que la historia oficial (expuesta arriba) no da razones a los sucesos
extraños y escalofriantes que convirtieron en leyenda al maniquí. Veamos
ahora esas teorías tejidas por el pueblo chihuahuense a partir de los rumores, la imaginación y la especulación:

La hija muerta el día de su boda:
Esta teoría tiene dos versiones. La primera dice que, justo el día de
su boda, la hija de Pascualita (la dueña, no el maniquí) murió por la
picadura de un bicho (alacrán, araña venenosa, escorpión: el animal
varía) que estaba oculto en su coronita de novia, y que todos la vieron
caer muerta cerca del altar. La segunda versión, cuenta que la hija de
Pascualita fue apuñalada por un pretendiente celoso, justo cuando estaba
en el altar, a punto de casarse con un hombre al que, a despecho del
pretendiente, amaba verdaderamente. En todo caso, en ambas versiones
dicen que, tras perder a su hija, Pascualita la mandó a embalsamar y a
recubrir de parafina y cera, vistiéndola siempre con vestidos nupciales,
como para recordar que murió antes de casarse, tenerla siempre cerca y,
a la vez, honrarla convirtiéndola en el emblema de su local de vestidos de novia:
el problema fue que, sin saberlo, había aprisionado el alma de su hija
en su cuerpo embalsamado… Esto del embalsamamiento resulta poco creíble,
y en general la teoría no es muy aceptada, pues se sabe que la dueña,
que se casó a los 17 años con Enrique Pérez Loera, tuvo solo un
descendiente con su esposo, y que ese descendiente era un varón llamado
Enrique; sin embargo, se rumorea que también tuvo una hija y que ésta
murió ahogada a los cuatro años (esto también haría imposible la
teoría), o bien que en realidad si tuvo una hija que creció y murió el
día de la boda, aunque esto último casi nadie lo cree.
El chamán enamorado:
Dicen que, durante la década de los sesenta, un poderosísimo chamán
había llegado de visita a Chihuahua. Este chamán estaba paseando cuando
de pronto se paró, anonadado al ver la belleza de La Pascualita. Sus
suaves rasgos, sus ojos grandes y dulces, sus manos delicadas, todo en
ella le hacía desear que estuviese viva y fuese suya… entonces: ¿por qué
no usar sus poderes? Eso fue lo que supuestamente hizo con un ritual, a
través del cual cobró vida el maniquí, y se convirtió en su amante,
acompañándolo durante los dos meses que vivió en Chihuahua: siempre cada
noche, a partir de las diez (hora en que ya estaba cerrado el local).
Esta historia es aún más difícil de creer que la anterior, pero podría
pensarse que efectivamente hubo un chamán en Chihuahua, y que éste salía
con una chica muy parecida a la La Pascualita…
El taxista asesinado y la hija que se suicida:
En esta versión, la hija de Pascualita se enamoró de un taxista pobre y
su madre, que sentía repugnancia pensando en que ese hombre pudiese
transformarse en su futuro yerno, terminó asesinándolo y, a causa de
esto, su hija entró en desesperación y se suicidó, lanzándose por un
barranco según una variante de esta versión que, así mismo, a veces se
presenta con el detalle de que la hija de Pascualita ya se había casado
con el taxista cuando éste fue asesinado por su madre. En todo caso, el
alma de la hija de Pascualita, después del suicidio, se metió en el
maniquí… Como puede verse, la teoría es muy ilógica porque resulta
difícil de creer que la dueña de El Popular haya matado a un taxista sin
que la Policía se entere y la mande a prisión, o que lo haya matado y
haya podido sobornar a las autoridades al punto de que no se hiciera
público el rumor de que era una asesina (rumor que, por cierto, jamás
existió, salvo en esta versión que quizá nadie crea). Volviendo a la
teoría, ésta viene junto al relato de que La Pascualita, a veces cuando
ve un taxi, se monta (no como maniquí, sino como duplicado fantasmal del
maniquí) en el taxi y desaparece…
La maldición:
Aquí la explicación es que la hija de Pascualita era una muchacha mala
de pésimo comportamiento, al punto de que fue castigada recibiendo (no
se dice quién la envió) una maldición que la hizo fallecer; pero su
madre, queriendo recordarla y preservar su gran belleza, la mandó a
embalsamar y cubrir de cera…
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Los policías y el supuesto cuerpo embalsamado

En sus épocas de mayor fama, La
Pascualita atrajo tanta gente que los curiosos, provenientes de otras
ciudades del amplio México, llegaban en ciertas ocasiones a congestionar
el tráfico de la Calle Libertad, forzando a que las autoridades
prohibiesen transitar por allí a los coches. En este contexto, se cree
que la dueña de El Popular llegó a recibir muchas llamadas telefónicas
de personas enfadadas que la acusaban de violar la decencia moral, de
transgredir las leyes de Dios al tener un cuerpo embalsamado y hacerlo
pasar por maniquí… Inclusive, se cree que, a causa de estas sospechas,
La Pascualita sufrió el daño de unas cuantas personas encolerizadas que,
cuando nadie las veía, le clavaban las uñas en su piel de cera…
Supuestamente, todo esto causó que la
dueña de El Popular hiciese público que La Pascualita era un maniquí;
pero, pese a eso, se rumorea que cierto día llegó personal enviado por
las autoridades, a fin de constatar si era cierta la acusación de que en
El Popular tenían un cadáver en el escaparate: la versión más creíble
dice que los inspectores determinaron que era un maniquí, pero otra
versión dice que esos inspectores eran policías judiciales (lo cual ni
afirma ni niega la primera versión), que cuando entraron les dijeron que
volviesen después porque La Pascualita estaba siendo bañada, que
entonces sospecharon e insistieron en verla, y que finalmente les
mostraron al maniquí envuelto en bata y con toalla en el cabello,
dejándoles únicamente revisarle el rostro por “respeto al pudor”, lo
cual les hizo sospechar aún más a los policías, que misteriosamente
nunca hicieron uso de su autoridad para disipar o confirmar sospechas
viendo cómo era La Pascualita por debajo del cuello cuando no tenía su
vestido de novia….

Actualmente muchos creen que podría
haber algo sobrenatural en La Pascualita, y todavía hay bastantes
personas que afirman haber vivido cosas extrañas. Una vivencia bastante
frecuente es la de acercarse, asustarse al ver que el maniquí sonrío por
unos segundos; y después, ya de noche, recordar lo sucedido con macabra
exactitud, viendo claramente esa sonrisa que antes nos pareció ver de
forma tan fugaz que no pudimos apreciar…
También hay historias puntuales que se
conocen bastante, como la de cierta mujer que recibió un disparo en la
calle estando delante de La Pascualita, a la cual suplicó que
sobreviviese y posteriormente, a causa de la milagrosa intervención de
la novia de cera, logró conservar su vida; o bueno, al menos la mujer
cree que La Pascualita fue la causa de que sobreviviera, y por eso va a
encenderle velas cada cierto tiempo, a modo de agradecimiento.
Incluso hay personas que contratan
músicos para que le den serenatas a La Pascualita a fin de que no se
sienta sola, si bien no se puede saber si lo hacen creyendo que La
Pascualita realmente tiene vida propia o simplemente como burla…
Sea o no verdad la leyenda, es indudable
que los propietarios de La Popular cuidan con esmero a La Pascualita
porque saben que, conservar su belleza y fomentar su leyenda, es
necesario para que ésta siga siendo un imán de dinero, ya que La Popular
es todavía la tienda de vestidos de novia más visitada de Chihuahua, y
siempre el vestido que lleva La Pascualita (a la cual cambian de ropa
cada cierto tiempo) es el vestido que más compran, en parte porque,
según creen muchas personas, comprar el vestido que está usando La
Pascualita, equivale a adquirir un amuleto que traerá un matrimonio
feliz y exitoso.
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